14 HOTEL BARCELÓ

El hotel se compone de varios bloques articulados que crean patios interiores y permiten vistas al mar desde todas las habitaciones. Gracias a su distribución escalonada, el edificio no resulta masivo y mantiene una sensación de apertura desde el paseo marítimo.

Las cubiertas del hotel están ajardinadas con especies resistentes a la sequía que regulan la temperatura estructural. El agua de lluvia se recoge en depósitos subterráneos y se reutiliza en sistemas de riego, adaptándose al clima árido de Lanzarote.

El proyecto original fue modificado tras críticas vecinales por su altura y volumen. La versión final respeta la escala urbana. Es el primer hotel de la zona que se construye íntegramente según el nuevo plan regulador del municipio de Yaiza.

Las fachadas están revestidas con enlucidos claros que reflejan la luz solar y reducen el sobrecalentamiento. El diseño combina ventilación natural, zonas sombreadas y climatización convencional para lograr un ambiente interior eficiente y confortable durante todo el año.

La planta baja ofrece pasajes, cafeterías y zonas sombreadas de uso público que se integran sin barreras al entorno. A diferencia de otros hoteles, el diseño no impone muros exteriores hacia la calle, lo que mantiene una apertura visual sin comprometer la privacidad.

En el diseño participaron estudiantes de arquitectura de las Islas Canarias dentro de un programa de investigación centrado en construcción sostenible en climas secos. El proyecto no solo aportó soluciones urbanísticas, sino también valor educativo y formativo.